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Diáspora - Montreal
Se descubre una estatua del Padre Gomidás

Su escultor es el Dr. Meguerdich Tarakdjian

07 de Septiembre de 2020

Montreal, una de las dos comunidades armenias más importantes de Canadá, descubrió una estatua del Padre Gomidás, como homenaje a las víctimas del genocidio de armenios perpetrado por el imperio turco-otomano en el marco de la Primera Guerra Mundial.

Gomidás, considerado el "Padre de la Música Folklórica Armenia", fue perseguido en 1915, detenido y secuestrado como muchos de los intelectuales; logró sobrevivir milagrosamente pero vivió el resto de sus días envuelto en el trauma emocional irreversible.

Gracias a su trabajo, miles de canciones folklóricas armenias sobrevivieron al genocidio.

Nacido el 26 de septiembre de 1869, Soghomón Soghomonian -quien luego adoptó el nombre de Gomidás al ser consagrado sacerdote- fue musicólogo, compositor, arreglador, cantante y director de coro. Es considerado el fundador de las escuelas de música nacionales y reconocido como uno de los pioneros en el estudio y difusión de la etnomusicología.

La noche del 24 de abril de 1915, considerada como el comienzo oficial del genocidio, Gomidás fue arrestado y subido a un tren junto a otros 180 notables, para ser enviados a Cankiri, al norte de Anatolia Central, a unos 500 kilómetros de distancia.

Un buen amigo, el poeta nacionalista turco Mehmet Emin Yurdakul, el escritor Halide Edip y el embajador de los Estados Unidos, Henry Morgenthau intervinieron ante el gobierno y por orden especial de Talaat Pashá, Gomidás fue enviado de regreso a la Capital. Pero las trágicas experiencias vividas dejaron una profunda e irreparable huella en su alma. Gomidás se mantuvo recluido del mundo exterior, absorbido en sus pensamientos de profunda tristeza y emocionalmente destruido.

En el otoño de 1916, Gomidás fue llevado al Hopital de la Paix de Constantinopla, desde donde fue trasladado a París en 1919. Allí le llegó el final de sus días en una clínica psiquiátrica en Villejuif, en 1935.

Al año siguiente, sus restos fueron trasladados a Armenia, donde se conservan en el panteón elevado en su memoria.

Con el descubrimiento de este monumento en Montreal, la comunidad armenia honra no solo su figura y  el recuerdo de quienes sobrevivieron al horror del genocidio, sino que además, alerta al mundo sobre el crimen de genocidio y sus consecuencias, que Turquía todavía se niega a reconocer.

Estatua de Gomidás en Montreal 2

 

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