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Miércoles 03 de Julio - Buenos Aires - Argentina
PREMIO MEJOR MEDIO DE PRENSA PUBLICADO EN LENGUA EXTRANJERA - MINISTERIO DE LA DIASPORA DE ARMENIA 2015
Diáspora - Declaración Conjunta
Regionales Sudamericana del Tashnagtsutiún y Ramgavar
25 de Enero de 2021

El 27 de septiembre 2020, en plena crisis global producto de la pandemia por Covid-19, Azerbaiyán y Turquía lanzaron una ofensiva bélica sobre la República de Artsaj.

Luego de 44 días de guerra, el 9 de noviembre de 2020, el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinian, firmó una declaración trilateral entre Armenia, Azerbaiyán y la Federación Rusa para poner fin a las hostilidades, aceptar la interposición de fuerzas rusas entre las partes beligerantes e iniciar un diálogo de negociación con Azerbaiyán bajo el auspicio de Moscú.

Los términos de la declaración tripartita de cese de fuego que firmó Pashinian, incluyeron la entrega de territorios no perdidos en combate, significando la entrega de más del 70% de las tierras históricas de Artsaj, reduciendo a una menor extensión de territorio de la que tenía la Región Autónoma de Nagorno Karabagh.

En la guerra murieron más de 5 mil soldados y civiles armenios, otros miles han sido tomados como prisioneros, el bombardeo salvaje de las ciudades de Artsaj ha dejado decenas de miles sin hogares y sin la posibilidad de volver a sus tierras hoy ocupadas por el enemigo. La coerción permanente que ejerce Azerbaiyán en las regiones de Syunik y Tavush, exigiendo una revisión de las fronteras, ha puesto en peligro la integridad territorial de la República de Armenia, como así también su viabilidad como República Independiente.

La desastrosa derrota y la humillante firma del acuerdo tripartito de alto el fuego es responsabilidad, así como él mismo lo reconoció, del Primer Ministro Nikol Pashinian. No menos responsables son los diputados de la Asamblea Nacional, con absoluta mayoría de la coalición Mi Paso, liderada por Pashinian, que, en lugar de pedir su alejamiento del cargo para formar una comisión que investigue los acontecimientos de la guerra y las razones de la derrota, lo mantienen en el cargo.

En la historia de las naciones, el líder responsable que pierde una guerra y firma una rendición por propia decisión y en forma inconsulta, imperiosamente debe dar un paso al costado y facilitar el surgimiento de una nueva dirigencia.

El Primer Ministro Pashinian, luego de la derrota en el campo militar, no puede ni debe sentarse en una mesa de negociaciones. ¿Cómo representará a su Nación luego de ser humillado e ignorado por el enemigo, sumado que el principal aliado de Armenia pone en dudas su credibilidad, cuál es su capacidad para defender el interés de su pueblo?

Armenia está comprometiendo su futuro, su existencia…, y solo podrá hacer frente a los nuevos desafíos con un nuevo gobierno de transición, de unidad nacional, que evaluará los daños y sus reparaciones, de lo contrario, solo se conseguirá mayores derrotas y se comprometerá aún más el futuro del país.

En un sistema de gobierno parlamentario, los legisladores deben asumir la responsabilidad de conformar coaliciones y negociaciones con todas las fuerzas políticas. Deben estar a la altura de las circunstancias y revertir la debacle política/institucional por la que atraviesa Armenia.

Una nueva Asamblea Nacional y un nuevo Gobierno hará posible comenzar el camino hacia a la superación de la derrota y a la recuperación de todo lo que el enemigo ha usurpado, reflexionando críticamente sobre los errores de los pasados 26 años y repensando en forma urgente, la vinculación estratégica entre Armenia, Artsaj y la Diáspora.

Así como en los momentos más críticos del pueblo armenio y de la Patria como fueron el Genocidio, la epopeya de Sardarabad, la Segunda Guerra Mundial, el terremoto de 1988 y la guerra de liberación de Artsaj (1992-1994), la Diáspora, hoy más que nunca, debe estar a la altura de su compromiso con la identidad armenia y la lucha por la justicia y los derechos históricos del pueblo armenio. Hoy más que nunca, el compromiso es estar junto al pueblo en Armenia y Artsaj, asumiendo una digna participación en los esfuerzos de supervivencia y recuperación de confianza en el futuro inmediato. Más aún, es responsabilidad de la Diáspora pensar en una renovación sustancial del ser armenio.

Es con este compromiso que las organizaciones abajo firmantes nos presentamos ante la opinión pública de nuestra comunidad, definiendo una posición política en los términos expresados en esta declaración y haciendo oír nuestra voz como primer paso en el difícil y digno camino de acompañar y contribuir a volver a poner de pie con firmeza a la República de Armenia.

Con el espíritu y la voluntad del respeto irrestricto de la libertad de opinión y solidaridad con Armenia y más allá de las normales diferencias ideológicas, partidarias e institucionales, invitamos a toda organización de las comunidades o individuos de Sudamérica a hacer suyos los términos de esta declaración y dar a conocer públicamente su adhesión.

Federación Revolucionaria Armenia, Tashnagtsutiún / Comité Central de Sudamérica

Organización Demócrata Liberal Armenia, Ramgavar Azadagan / Consejo Regional de Sudamérica

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