Cómo la colosal soprano, Natalie Aroian, descubrió su destino artístico en el género musical de la ópera.

Gracias a su don natural, Natalie Aroian ha viajado por el mundo, actuando en los más prestigiosos centros de ópera en Asia, América del Norte y su nativa Australia. Justamente, es la niña mimada del Sydney Opera House  en donde, como artista principal ha recibido reseñas halagadoras de sus representaciones en los roles de Mimi en La Bohéme, Desdemona en Othelo, Micaela en Carmen, Amelia Grimaldi en Simon Boccanegra y Marguerite en Fausto.  

A lo largo de su carrera, ha tenido la fortuna de haber estudiado y trabajado con algunos de los músicos y bailarines más importantes del mundo, incluyendo leyendas como Mirella Freni, Ruth Falcon, Renata Scotto, Maestro Richard Bonynge, y Dame Kiri te Kanawa. Todos ellos han contribuido en su formación y entrenamiento brindándole su invaluable conocimiento.

Irónicamente, al crecer, sus ídolos musicales eran otros, “Cuando era joven, siempre soñé con convertirme en una cantante pop”, admite. “Mis modelos eran Celine Dion, Whitney Houston y Bette Midler. Siempre supe que quería actuar en el escenario ya que amo la interacción con el público.” 

Incluso, luego de completar una diplomatura doble en Negocios e información tecnológica en la Universidad Católica Australiana en Sydney, Aroyan seguía soñando en convertirse en una cantante pop.

El primer concierto de ópera acompañada de sus padres produjo el “click”, actuaba la famosa mezzo soprano y entrenadora vocal Lilia Ovchyian, y su representación hizo que un nuevo mundo se abriese ante ella. Aroyan quedó tan impresionada con la voz de Ovchyian que al finalizar el concierto se acercó a ella, le contó de sus aspiraciones y le cantó un par de temas pop. "Luego de cantarle tan sólo la primera canción, me paró y me dijo: no estás hecha para ser una cantante pop." El corazón de Aroyan se detuvo por un momento, pero luego Ovchiyan continuó, “has nacido para ser una cantante de ópera”, y fue así que Natalie, un poco dudosa y confundida, comenzó su entrenamiento clásico con Ovchiyan durante una semana. “Me había enamorado, sabía que esto era lo que quería hacer el resto de mi vida”, recuerda.

Los reconocimientos no tardaron en llegar. En 2008 obtuvo el primer lugar en las competiciones de la prestigiosa Opera Fundation New York y el Herald Sun Aria de Australia. Para ella, ese día fue el más memorable de su vida: “Fue mi primera gran victoria, recibí una beca por $35.000 para continuar mis estudios fuera del país. Aunque fue la primera de muchas  victorias, sigo rememorando ese momento cada vez que me siento un poquito triste y recuerdo ese maravilloso sentimiento”, admite.

"El mejor consejo que puedo dar a aquellos que sueñan en convertirse en cantante es que esperen contratiempos pero ¡nunca desistan, sigan para adelante! Dos cosas definen el futuro de un cantante y esas cosas son perseverancia y paciencia”, sostiene la cantante.

Aunque reconoce que una carrera con miras internacionales requiere mucho sacrificio personal, agradece el inmenso apoyo que ha recibido por parte de sus amigos y familiares, especialmente de sus padres: Lucy y Sarkis.

También ha expresado su gratitud hacia la comunidad armenia de Sydney, quien la ha acogido como la primera armenia nacida en Australia que se convirtió en la artista principal de la Sydney Opera House, con muchos fans que siguen su carrera atentamente y asistiendo a todas sus obras desde hace ya 6 años. Inclusive, ha tenido el honor de ser invitada por la Primer Ministro de New South Wales, la Sra Gladys Berejikian, a compartir la cena en el Parlamento junto a otros ídolos de la ópera.

Aroyan asistió a la escuela semanal de la UGAB Alex  Manoogian los sábados, lo que introdujo en ella las bases de la lengua, cultura y tradición armenia. El asistir a la escuela de la UGAB le posibilitó dar sus primeros pasos artísticos en los numerosos eventos culturales en los cuales participó cantando.

También recuerda con cariño ser miembro del grupo de basket en su adolescencia, donde hizo maravillosos amigos para toda la vida. La institución también colaboró en sus estudios, “el hecho de recibir la beca de UGAB fue muy alentador para mí, me ha permitido ir más allá en lo que se refiere a mis estudios académicos y operísticos”, cuenta.

A pesar de su ocupada agenda, Aroian siempre se ha  mantenido comprometida en devolver todo el apoyo recibido a la comunidad armenia. Ha realizado presentaciones en varios eventos culturales, en su hogar,  Australia y de forma internacional - incluyendo un concierto en Armenia y un concierto organizado por la UGAB New York Special Events Comittee (NYSEC) en el evento Artistas en Concierto (Performing Artists in Concert), en el prestigioso Carnegie Hall.

En el centenario del Genocidio Armenio presentó una nueva producción titulada Un viaje armenio. Esta producción cuenta la historia de una huérfana armenia quien milagrosamente logra salvarse del exterminio en tiempos del genocidio y puede continuar su vida por encima de la tragedia hacia el triunfo.  “Esa huérfana era mi bis abuela”, explicó, “ quise hacer un concierto en donde se mostrase la belleza de la música armenia, sus canciones, bailes y que ilustrase el pasado de nuestro pueblo, que no fue olvidado; sin embargo, debemos reconstruir un futuro positivo para nuestra Madre Patria y su esperanza”. El resultado de la producción  Un viaje armenio fue un éxito contundente que ayudó a la difusión del genocidio armenio en Australia.

Devota de su comunidad y dedicada a su profesión, Natalie Aroian se mantiene expectante a tomar el rol de Eva en la Ópera Wagneriana Die Meistersinger junto a la ópera australiana, y está preparada para debutar en enero en Bari, Italia, en donde tendrá el rol protagónico soprano de Amelia Grimaldi en Simon Boccanegra de Verdi. Al mismo tiempo, tiene un pie en el futuro, soñando y desarrollándose en más roles de sus compositores favoritos Verdi y Puccini.