Queridos fieles de la Patria, Artsaj y la diáspora,

En este día festivo de Año Nuevo, les extendemos Nuestro pontificio saludo, amor y bendiciones desde la Santa Sede de Etchmiadzin a nuestros queridos fieles de Armenia.

En la frontera entre lo antiguo y lo nuevo, cuando miramos hacia el futuro, con el corazón apesadumbrado recordamos el siniestro año 2020, lamentando la pérdida de miles de nuestros hijos, así como de una parte importante de la tierra de Artsaj.

El año anterior, los horrores de la pandemia y la guerra en Artsaj extendieron el dolor de la pérdida y el dolor de la muerte en nuestra vida nacional.

Nuestras almas fueron sacudidas por las severas consecuencias de la guerra ininterrumpida en Siria y los catastróficos eventos en el Líbano.

Los desafíos políticos, económicos y sociales que enfrenta nuestro país, la frágil paz en las fronteras de la patria y la incertidumbre hacia el futuro, casi han logrado debilitar el espíritu de optimismo de los hijos de nuestro pueblo.

Sí, estamos decepcionados, pero confiando en Dios, estamos llenos de fe en que superaremos esta grave crisis.
"Tú, Señor, nunca has abandonado a los que te buscan". (Salmo 9:11).

Abrazando estas palabras del salmista en su alma, nuestro pueblo ha vuelto sus ojos esperanzados al futuro en todo momento.

Con la apreciada visión de un Estado armenio independiente y una inmensa aspiración en su corazón, la Nación armenia ha tenido el poder de soportar las pruebas más difíciles, incluso los horrores del genocidio, y aún hoy, creemos, que nuestra Nación tiene el potencial para reorganizar su vida, para fortalecer su Estado.

La sagrada misión de la construcción del Estado se verá coronada por el éxito solo con la participación en  unidad de todas las fuerzas poderosas y sanas de nuestro pueblo que actúen con un espíritu de unidad.
 El Archimandrita San Egishé dice: "La unidad es la madre de las buenas obras, y la desunión es el nacimiento de las malas acciones".

Amados, es Nuestra exhortación y mensaje, en esta situación tan difícil,  que se fortalezcan con fe y determinación, para construir y transmitir a las generaciones futuras una Patria fuerte, próspera y segura.

Siendo fieles a la Palabra de Dios y a los valores cristianos, cuidémonos unos a otros, y con cálido amor hacia nuestra Patria dolida, unamos nuestros esfuerzos en beneficio de la renovación y el brillo de nuestra vida nacional y pública.

Todos compartimos la responsabilidad de fortalecer nuestra Patria, proteger nuestroEstado de los peligros, hacer que nuestras fronteras sean pacíficas y seguras, y mejorar la vida de nuestra gente.

Con esto en mente, comencemos el nuevo día de la Patria en el amor fraternal, la justicia y la observancia de la ley.

En esta Nochevieja, pidamos conjuntamente al Señor que sus regalos de Navidad se esparzan en nuestra Patria con el mensaje de “paz en la tierra para aquellos en quienes descansa su favor”.

Oremos y recordemos con gratitud a nuestros mártires, deseamos un pronto regreso a los cautivos, recuperación a nuestros hijos heridos, pidiendo el apoyo y bendición de Dios para ellos, para las familias de nuestros héroes y para nuestro Pueblo.

 Oremos por los valientes soldados de nuestro ejército en las posiciones de combate de la Patria, por todos aquellos que celebran el Año Nuevo en el servicio.

Recordemos con oración a los hijos de nuestro pueblo que murieron a causa de la pandemia.

Dios misericordioso, por Tu voluntad y con Tu abundante misericordia, haz que 2021 sea un año de paz, construcción de la Nación y logros patrióticos, que traiga consuelo a nuestros corazones, así como fortaleza y victoria a la vida armenia.

Que Dios proteja nuestra patria y su gente. ¡Feliz año nuevo!