Paralelamente a los ataques contra la población civil y las infraestructuras de Artsaj, los periodistas y sus vehículos de servicio también fueron atacados deliberada e indiscriminadamente, como resultado de lo cual siete periodistas (cinco extranjeros y dos armenios) resultaron heridos y una persona que transportaba al grupo de periodistas resultó muerta.
Según la fuente, la agresión deliberada queda atestiguada por el hecho de que los periodistas llevaban uniformes y signos distintivos que también estaban presentes en sus automóviles.
Además, algunas pruebas sugieren que los vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento azerbaiyanos estaban volando en el lugar antes y durante los ataques, lo que significa que los periodistas eran completamente visibles y distintos por las fuerzas armadas azerbaiyanas.