En 2020, durante la guerra de Artsaj, que duró 44 días, el apoyo militar turco desempeñó un papel decisivo en la victoria de Azerbaiyán.

Aunque se informó que ningún soldado turco participó directamente en las operaciones de combate y que Turquía solo proporcionó a Azerbaiyán armamento moderno (en particular, drones Bayraktar TB2) y realizó entrenamiento militar, surgieron pruebas que sugerían que también había personal militar turco involucrado en los combates.

El periódico de renombre internacional The Guardian, llegó a informar que los servicios de inteligencia turcos estaban reclutando mercenarios para ayudar a Azerbaiyán. Sin embargo, estas afirmaciones fueron negadas tanto por las autoridades turcas como por las azerbaiyanas.

Recientemente, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, durante un discurso en Rize, declaró que Turquía entraría en Israel para apoyar a Palestina, tal como había entrado en Karabaj y Libia. Erdogan hizo esta declaración en el contexto del conflicto israelí-palestino y desató una ola de ira en Azerbaiyán. Esto se debió a que la declaración cuestionaba los “derechos exclusivos” de Azerbaiyán a la victoria en la guerra de Karabaj.

El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán respondió a la declaración, subrayando que la victoria en la guerra de Karabaj se logró únicamente gracias a los esfuerzos de los soldados azerbaiyanos. Se destacó que el presidente de Azerbaiyán había expresado reiteradamente su gratitud a Turquía por su apoyo militar y político. Sin embargo, el ministerio subrayó que en la guerra no participaron soldados de ningún otro país.

Dos días después de la declaración de Erdogan, el periódico oficial de Azerbaiyán, Azerbaiyán, también respondió a Ankara. En un artículo titulado "Los autores de la victoria de Karabaj son el Comandante en Jefe Supremo y el ejército azerbaiyano", el periódico abordó las declaraciones de Erdogan, afirmando que "llevan agua al molino armenio", afirmando que "un hermano no debe jactarse ante su hermano de lo que ha hecho por él", así como "la mano izquierda no debe saber lo que está haciendo la mano derecha". El autor también señaló que "se ha pagado el precio de cada bala utilizada".

El artículo recuerda a Turquía, las medidas que ha adoptado Azerbaiyán en su favor, como el apoyo de Azerbaiyán a Turquía en diversas plataformas diplomáticas, los esfuerzos de Ilham Aliyev por promover la cooperación entre los estados turcos y la participación de empresas constructoras turcas en la región ocupada de Artsaj, destacando que “la hermandad exige obligaciones mutuas”.

Al principio, la parte turca intentó ignorar el descontento de Azerbaiyán. Sin embargo, poco después de esta publicación, durante la ceremonia de graduación de la Academia de la Fuerza Aérea Turca, Erdogan volvió a hablar sobre la guerra de Nagorno-Karabaj. Afirmó que “en Karabaj, junto con nuestros hermanos azerbaiyanos, destruimos por completo las fuerzas enemigas”, destacando una vez más el importante papel de Turquía en esa victoria.

Así, la declaración de Erdogan reveló las tensiones subyacentes en las relaciones turco-azerbaiyanas con respecto a la victoria de Azerbaiyán en la guerra de 44 días de Karabaj, destacando ciertas complejidades inherentes al concepto de “una nación, dos estados”.