El Alto Comisionado para Asuntos de la Diáspora de la República de Armenia, Zareh Sinanian, mantiene contacto con los representantes de la comunidad armenia siria por todos los medios posibles para obtener información sobre la situación creada a raíz de la reciente tensión militar y, en consecuencia, para brindarle posible apoyo.

En conversación con el corresponsal de "Armenpress" , el comisionado jefe para Asuntos de la Diáspora, Zareh Sinanian, detalló que, aunque los medios de comunicación funcionan mal, están tratando de mantenerse en contacto por todas las formas posibles.

Según sus palabras, a raíz de las recientes tensiones militares ha surgido una situación grave en Alepo, donde hasta 10.000 armenios han aparecido en la zona bajo control de los militares.

Según Sinanian, los armenios de Alepo prefieren quedarse en casa y no pueden salir de la ciudad, por lo que no hay posibilidad de evacuación por ahora.

Como resultado de las operaciones militares en curso, se ha creado una situación incómoda en Kessab, Damasco, especialmente porque, como mencionó Sinanian, las tropas del gobierno sirio no han logrado detener el avance de los insurgentes.

Según la evaluación del Comisionado para Asuntos de la Diáspora, la situación en Latakia es relativamente tranquila.

Sin embargo, en aquellas ciudades donde la situación es relativamente tranquila, los armenios locales están preocupados por sus familiares en los asentamientos que aparecieron en el teatro de hostilidades.

"Aunque la conexión está en muy mal estado, seguimos manteniendo un contacto activo con nuestros compatriotas en Siria por todos los medios posibles. Hablamos con quien podemos para obtener información sobre la situación", enfatizó Sinanyan. 

La semana pasada, las fuerzas antigubernamentales en Siria lanzaron una ofensiva en las provincias de Idlib y Alepo. Consiguieron rápidamente tomar el control de varios asentamientos, así como de Alepo. La captura de Alepo es el mayor éxito de las fuerzas antigubernamentales sirias en los últimos años. Desde 2016, el gobierno sirio había tomado el control total de la ciudad.