La administración Aliyev obstaculizó las actividades de la única organización humanitaria internacional que opera en Nagorno-Karabaj, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que era de vital importancia para las 100.000 personas que se encontraban bajo completo asedio.
Según Liberty Broadcasting, el Proyecto de Informes sobre Crimen Organizado y Corrupción, OCCRP, en una extensa investigación, afirma que el régimen autoritario de Aliyev fue ayudado por la filial local de la Media Luna Roja, violando los principios propugnados por la organización matriz, incluyendo la neutralidad e imparcialidad y, en cambio, siguió la línea política del gobierno autoritario de la administración de Aliyev, obedeciendo a sus órdenes.
"Las dificultades que enfrentó el pueblo de Nagorno-Karabaj durante el asedio fueron cubiertas en ese entonces por los medios de comunicación locales e internacionales, pero se informó mucho menos sobre los desafíos que enfrentaron los trabajadores humanitarios que intentaban ayudar a la gente", señala el artículo de Rasmus Canbeck, periodista y autor sueco que centra sus trabajos en las antiguas repúblicas soviéticas, especialmente en el conflicto de Nagorno Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán.
El periodista sueco recuerda la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, que obligaba a Azerbaiyán a garantizar un "movimiento sin obstáculos" a través del corredor de Lachin, pero incluso después, Bakú siguió limitando seriamente las actividades del CICR.
A la organización humanitaria no se le permitió evacuar completamente a los pacientes gravemente enfermos a Armenia ni entregar suministros suficientes, incluido combustible y medicamentos a la población, completamente privada de suministros básicos.
"Todo se volvió cada vez más complicado con cada convoy. La parte azerbaiyana nos estaba presionando, desde pequeños problemas sobre el terreno, incluida la prohibición de circulación, hasta problemas graves creados por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán", dijo un ex empleado del CICR que participó directamente en el trabajo de la organización en el suelo. Según el representante de la estructura, "los problemas logísticos y burocráticos causados por Bakú, las disputas entre bastidores sobre pequeños detalles y las restricciones directas de circulación hicieron imposible el trabajo".
El autor del artículo escribe que la Media Luna Roja de Azerbaiyán participó directamente en la obstrucción de las actividades de la organización humanitaria, que se opuso públicamente a la misión del CICR en esa zona, aunque estaba obligada a seguir los principios de neutralidad e imparcialidad de la La Cruz Roja, repitió periódicamente las declaraciones y exigencias de los funcionarios de Bakú que cuestionaron públicamente el sufrimiento de los armenios de Nagorno-Karabaj, desafiando la autoridad del CICR, que se especializa en zonas de conflicto y es conocido por su imparcialidad en el mundo.
El periodista enumeró numerosos episodios que demuestran que la Media Luna Roja de Azerbaiyán está estrechamente relacionada con el régimen autoritario del presidente Aliyev y a pesar de estos hechos, esta organización azerbaiyana no ha sido objeto de ninguna sanción, no ha sido objeto de investigación.
En su respuesta a las preguntas de la OCCRP, el CICR se abstuvo de criticar al gobierno de Azerbaiyán y sólo destacó que el compromiso de la organización es llegar a las "personas vulnerables" mediante la cooperación con las autoridades. "Años de práctica nos han demostrado que ésta es la forma más eficaz de realizar nuestro trabajo", subrayó el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR.