La situación en Armenia ha vuelto a ser la que solía ser.
El tejido social está desgarrado. El sectarismo ha levantado cabeza y las instituciones carecen de autoridad.
El conflicto Hayastantsi-Karabaghtsi vuelve a salir a la luz.
El fracaso de Pashinian ha sido un gran golpe para todos, jóvenes y adultos, que habían comenzado a ver en Armenia un futuro para sí mismos. Los próximos 20 años convertirán a Armenia en una democracia nueva y moderna o la conducirán a una gradual destrucción.
Desafortunadamente, Pashinian fracasó antes de lo que los críticos habían predicho.
Ahora, es difícil persuadir a la gente para que sea positiva. La migración se ha convertido una vez más en una opción viable.
Algunos de nuestros mártires tenían un alto nivel educativo e iban a dar forma al futuro de Armenia. El espíritu empresarial estaba tomando forma gracias a ellos. Ahora, con muchos de ellos muertos y los sobrevivientes abatidos, no tenemos idea de cuál será el futuro.
La amenaza a nuestras fronteras, Syunik en particular, es la más preocupante. Los procesos geopolíticos también son muy preocupantes.
A más de un mes desde que Pashinian dio la noticia de nuestra derrota, todavía se desconocen muchas cosas. Con tanto secretismo en torno al acuerdo, no sabemos qué reclamará Azerbaiyán a continuación.
El gobierno ha negado que las aldeas de Tavush sean entregadas al enemigo, pero si retornamos a las fronteras como se trazó durante la era de la URSS, algunos pueblos de Tavush serán reclamados por los azerbaiyanos. También hay pueblos en la región de Ararat que reclamamos a Nakhichevan durante la primera guerra de Artsaj. No tenemos ninguna garantía de que no se devolverán…
Otro misterio es el vuelo fletado que despegó de Ereván hacia Bakú hace unos días. Algunas fuentes dicen que se necesitaron prisioneros azeríes para traer de regreso a los armenios, pero eso tampoco se ha verificado.
Con tantas cosas sucediendo, estamos atrapados entre la impotencia del gobierno que quiere continuar aferrándose al poder y la amenaza del antiguo que quiere regresar, utilizando a Vazgen Manukian como fachada. Un político de mala reputación, que sorprende que algunos lo vean como el próximo primer ministro.
¿Qué opciones existen?
Todo tiene que suceder en la Asamblea Nacional.
- Acusación: Si Pashinian se niega a renunciar, los parlamentarios pueden obligarlo a hacerlo mediante una acusación. Si es acusado, no tendría más remedio que irse. Su gobierno será reemplazado automáticamente por un nuevo gabinete formado por el próximo Primer Ministro, que será elegido en el momento del juicio político.
El proyecto de ley presentado para acusar a Pashinian ya tendría decidido su sucesor. Con un voto será expulsado y con otro se elegirá al nuevo Primer Ministro. El asiento no quedará vacante ni siquiera durante una hora. Esto asegurará la continuidad.
Sin embargo, es poco probable que en esta etapa el parlamento inicie un proceso de juicio político a menos que los parlamentarios estén seguros de que será aprobado. Según la nueva ley de acusación, el parlamento no puede intentar acusar a un Primer Ministro más de una vez al año. Esto significa que, si la oposición inicia un juicio político y no se aprueba, tendrá que esperar un año antes de poder intentar volver a acusarlo. En la actualidad, se necesitan 66 diputados para aprobar un juicio político. La oposición está lejos de ese número. Entonces, a menos que estén seguros de que más diputados abandonarán el partido gobernante o apoyarán el juicio político, no seguirán ese camino. Esta se convertirá en una opción viable si el partido gobernante siente que Pashinian los está ahogando a todos.
- La renuncia voluntaria de Pashinian: Esta es la segunda alternativa por supuesto. Si Pashinian acepta renunciar, el puesto del Primer Ministro permanecerá vacante y el Parlamento tendrá que votar por un nuevo Primer Ministro, ya sea de entre sus filas o alguien nominado para el cargo.
Opción A: Alguien del partido gobernante toma el relevo. En este escenario, el partido gobernante puede decidir elegir un reemplazo para Pashinian para formar un nuevo gobierno. Si bien esto es posible, dado que el partido gobernante disfruta de una mayoría parlamentaria, los acontecimientos recientes han demostrado que no será fácil. Aparte de Pashinian, ningún otro líder goza de apoyo y respeto en el parlamento. Aunque Papikian y Mirzoian parecen ser posibles reemplazos, las disputas internas, que se han vuelto aún más evidentes después de la guerra, hacen que sea improbable que alguien pueda liderar el equipo. Si hubiera un sucesor natural, la Alianza Mis Pasos ya lo habría votado en lugar de Pashinian. Su tolerancia silenciosa hacia Pashinian muestra su desesperación por un reemplazo.
Opción B: Pashinian dimite y se elige a un miembro de la oposición.
En este escenario, incluso si la alianza gobernante Mis Pasos no logra nominar a un candidato, tendrá que elegir un candidato de la oposición. Se encontrarán con dos opciones: Vazgen Manukian, apoyado en el Parlamento por Armenia Próspera o Edmon Marukian, propuesto y apoyado por el partido Armenia Brillante.
Cada uno de estos candidatos necesitará los votos del partido gobernante para ser elegido. Edmon Marukian tiene más posibilidades que Manukian.
Teniendo en cuenta la reputación de las personas que apoyan a Manukian, es poco probable que el partido gobernante se arriesgue a votar por él. Un gobierno manukiano significa un gobierno formado por Republicanos, Tashnags, Kocharian, Vanetsian, Hrant Bagratian, Tsarukian y una multitud de partidos disfrazados de neo-republicanos.
Uno no puede ser lo suficientemente aventurero como para pensar que Mis Pasos correrá el riesgo de permitir que el antiguo régimen se acerque al poder. ¿Adivina quiénes serán las primeras víctimas de su venganza si Manukian obtiene el poder? Con todos los casos judiciales abiertos y arrestos en los últimos dos años, la venganza es muy probable.
Esto les deja con la otra opción: Marukian. Si bien Marukian ha sido crítico con el gobierno, ellos, los parlamentarios de Mis Pasos, al menos saben que no existe ninguna amenaza para sus vidas o sus libertades. Prefieren que Marukian forme un gobierno.
Si esto sucediera, incluso la Armenia Próspera abandonará a los otros 16 partidos y se unirá para apoyar a Marukian, que disfruta de relaciones cordiales con ellos. Su capacidad para criticar sin ser demasiado personal podría convertirlo en un Primer Ministro aceptable, incluso para los 16 partidos que respaldan a Manukian y que preferirían trabajar con él en un gobierno interino, que liderar un inútil movimiento callejero.
- Elecciones anticipadas: En este escenario, el Primer Ministro dimite y el Parlamento hace dos intentos infructuosos para elegir un nuevo Primer Ministro. En ese caso se declararían elecciones anticipadas.
Esta es la opción más improbable ya que ninguna de las fuerzas parlamentarias quiere una elección en esta etapa. El país está pasando por demasiadas dificultades y no puede darse el lujo de celebrar elecciones recién salida de la guerra.
Otro factor es la comprobación de que la mayoría de los diputados no tienen ninguna posibilidad de ser elegidos. Preferirían elegir a un Primer Ministro y disfrutar de las ventajas de ser parlamentarios que arriesgarse a dispersar el parlamento y quedarse sin trabajo, perdiendo todos los beneficios en el proceso.
En todos los escenarios, el papel del Parlamento es primordial. Las agitaciones callejeras no llegarán a un punto tal que obligue a Pashinian a renunciar, especialmente cuando quienes las organizan no gozan de simpatía entre las masas furiosas. Nadie se fía del antiguo gobierno. Por eso, a pesar de las pérdidas, las calles no están inundadas de gente como lo estarían de otra manera. Pashinian eventualmente se irá, pero debido a la presión de su equipo. La población debería presionar en los parlamentarios del partido gobernante si se quiere reemplazar a Pashinian.