Una delegación de congresistas estadounidenses compuesta de republicanos y demócratas, se encuentra de visita en Armenia.
Estados Unidos desea impulsar el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán y está dispuesto a contribuir a las negociaciones respectivas. Así lo afirmó el senador estadounidense Roger Wicker en la conferencia de prensa conjunta celebrada el viernes en la Asamblea Nacional de Armenia tras la reunión de su delegación bipartidista con sus colegas armenios.
Wicker señaló esto en respuesta a la pregunta sobre cuál es la interpretación estadounidense del tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y si ven en él la liberación de los prisioneros de guerra armenios y la retirada de Azerbaiyán de los territorios ocupados de Armenia.
Estados Unidos quiere ser un mediador y ayudar a formar los principios que permitan firmar el acuerdo de paz. Después de que se firme el acuerdo, por supuesto habrá cuestiones que tratar. La posición de Estados Unidos es que elogia el deseo sincero y los esfuerzos que Armenia está mostrando para lograr un acuerdo y una paz duradera. El objetivo final de Estados Unidos es tener paz, seguridad y respeto por los derechos de sus vecinos en toda esta región, dijo Wicker.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Ben Cardin, también abordó el tema y señaló que el acuerdo de paz debe garantizar que Armenia no sufra ataques militares en sus fronteras. El pueblo armenio debe tener confianza en que puede vivir en paz y que no existe amenaza de operaciones militares. Los puestos de control fronterizos estarán abiertos, lo cual es muy importante para Armenia y estos son los objetivos del acuerdo de paz, afirmó Cardin.
Estados Unidos apoya la liberación de todos los detenidos y da importancia a la conservación del patrimonio cultural. Pero el acuerdo de paz es importante para Armenia porque garantiza que no habrá operaciones militares por parte de Azerbaiyán, que los puestos de control fronterizos estarán abiertos y que se darán pasos para resolver otros asuntos pendientes. Estados Unidos quiere que el tratado de paz se firme lo antes posible, señaló el senador estadounidense.
Por su parte, Joe Wilson, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y presidente de la Comisión de Helsinki, agregó que apoyarán la soberanía de Armenia y la inviolabilidad de sus fronteras, y también tratarán de ayudar en el regreso de los prisioneros de guerra armenios.
Armenia es un socio importante para Estados Unidos en la región. Estados Unidos ha sido testigo de los cambios en el panorama regional, los desafíos en el Cáucaso Sur y de las últimas medidas adoptadas por Armenia para intentar distanciarse de la influencia del presidente ruso Vladimir Putin y acercarse a Occidente, afirmó Wilson.
El deseo de Armenia de llevar adelante una política exterior independiente mediante la profundización de la cooperación en el ámbito de la defensa y la seguridad, en el marco de la lucha contra las ambiciones de Rusia de restaurar la URSS, permitirá a Estados Unidos garantizar que Armenia resista a las presiones externas, lo que será beneficioso para ambas partes y también para la seguridad regional y mundial, señaló el legislador estadounidense.