El llamado proceso de demarcación y delimitación, que ayer y hoy se presentó como un gran logro diplomático, no es más que el cumplimiento incondicional del ultimátum de Azerbaiyán.
A pesar de los informes incoherentes difundidos por las autoridades, ya no hay duda de que este proceso ilegal es un duro golpe a la integridad territorial y la soberanía de Armenia.
El jefe de la administración anunció hoy durante la sesión gubernamental, que en el marco del proceso no se crea una nueva frontera, sino que se restablece la frontera existente, según la declaración de Alma Ata. Una vez más, consideramos necesario mencionar que esto último no puede ser la base para la demarcación y delimitación, ya que no contiene ninguna descripción cartográfica. En cambio, las autoridades de turno continúan obstinadamente ignorando los dos procesos que tienen la única base legal.
• El primero: 1928-1929. Es el mapa certificado por las decisiones de los Consejos Supremos de las Repúblicas Soviéticas de Armenia y Azerbaiyán.
• El segundo: 1983-1988. 182 protocolos firmados al final de los trabajos y ajustes finales de las comisiones formadas entre las dos repúblicas soviéticas, sobre la base de tres decisiones del Consejo de Ministros de la URSS, con descripciones detalladas. Como resultado de las mismas, se demarcó toda la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, conformada por 975 kilómetros (incluido Najichevan). El original de los protocolos fue depositado en el Instituto de Geodesia y Cartografía del Consejo de Ministros de la URSS y una copia fue enviada a los Sóviets Supremos de la República Socialista Soviética de Armenia y Azerbaiyán. Sobre la base de los protocolos supervisados por el Consejo de Ministros de la URSS en 1988, se publicó un mapa oficial, abierto y accesible a todos.
Como resultado de este proceso ilegal, Armenia tiene una pérdida territorial de 230 hectáreas, y si sumamos el embalse de Berkaber y las zonas circundantes, que actualmente están bajo el control real de Azerbaiyán, entonces nuestro país pierde alrededor de 1.100 hectáreas de territorio en solo esta área.
El Consejo Panarmenio de Diplomáticos, condena enérgicamente el acuerdo de capitulación sombrío llevado a cabo a espaldas del pueblo y advierte que, en caso de que continúe un proceso tan destructivo, la República de Armenia sufrirá nuevas pérdidas de importancia vital y estratégica.
Toda la responsabilidad por esta forma antinacional de trabajar recae en la administración actual, incluida la parte armenia de la comisión ejecutora.
16 de mayo de 2024