La Asamblea Nacional de Artsaj (Nagorno-Karabaj) en el exilio, emitió un comunicado condenando la política vandálica de Azerbaiyán. El comunicado expresa lo siguiente:
«Después de la guerra a gran escala desatada por Azerbaiyán en Artsaj y la ocupación completa de todo su territorio, muchos centros espirituales armenios medievales, complejos educativos y monumentos conmemorativos, edificios y estructuras de valores históricos y culturales de Artsaj, están en peligro.
A pesar de sus propias declaraciones de altos dirigentes sobre la paz en varias plataformas internacionales, Azerbaiyán está intentando abiertamente llevar sus planes genocidas contra el pueblo armenio a su final. Se expresa principalmente por la profanación y destrucción de los monumentos que son símbolos de la lucha histórica y cultural cristiana armenia por la liberación y la construcción del Estado, o por la denominación de estos como de 'origen albanés del Cáucaso"..
Las últimas manifestaciones de vandalismo por parte de Azerbaiyán, son la profanación de la Catedral de San Juan de la Madre de Dios en Stepanakert, capital de Artsaj, la destrucción hasta los cimientos de los edificios de la Asamblea Nacional de la República de Artsaj y de la Unión de Luchadores por la libertad.
Según el artículo 4 de la Convención de La Haya de 1954, sobre valores durante los conflictos armados, está prohibido cualquier acto de vandalismo, hurto, apropiación indebida, hostilidades o represalias contra el patrimonio cultural. Aunque la UNESCO hizo varios llamamientos a Azerbaiyán, para que detuviera la destrucción del patrimonio histórico y cultural de Artsaj y hubo promesas de enviar una misión, hasta el día de hoy ninguna misión ha llegado a Artsaj, creando pretextos y obstáculos artificiales por parte de Azerbaiyán, que junto a la indiferencia y desatención de la comunidad internacional han dado libertad al vandalismo del agresor, convirtiéndose en el detonante de nuevas posibles guerras en la región.
La Asamblea Nacional de la República de Artsaj condena las acciones bárbaras de las autoridades azerbaiyanas para eliminar las huellas armenias y exige a las organizaciones de derechos humanos y a las autoridades de la República de Armenia, que presenten los hechos de todas las actividades anticulturales de Azerbaiyán, detalladamente a los órganos y tribunales internacionales competentes, dando a la cuestión una resonancia internacional".