El Parlamento ratificó el Estatuto de Roma, el proyecto sobre el reconocimiento retroactivo del estatuto y la competencia de la Corte Penal Internacional, por 60 votos contra 22.

La oposición no participó en la discusión y en la votación del tema. Abandonó demostrativamente la sala de reuniones de la Asamblea Nacional.

Cabe señalar que ningún defensor de los derechos humanos, político de la oposición, especialista en derecho internacional o diplomático cree que con la ratificación del Estatuto de Roma sea posible acusar y castigar a Ilham Aliyev de cometer crímenes de guerra y genocidio contra los armenios.

Todos los caminos, como suele decirse, conducen a Vladimir Putin.

No existe una posición oculta, sino por el contrario totalmente abierta, de que la ratificación del Estatuto de Roma es para Putin.

Se sabe que la Corte Penal Internacional de La Haya lo acusa de crímenes de guerra y emitió una orden de arresto.

Y ningún país, ningún tribunal internacional acusará jamás a Azerbaiyán de atacar el territorio soberano de Armenia y de colocar fuerzas azerbaiyanas en un radio de 150 kilómetros cuadrados en ese territorio, de atacar a civiles armenios, de asediar Artsaj durante 10 meses y luego de genocidar al pueblo de Artsaj y expulsarlo. 

Armenia entra en abierta hostilidad y confrontación con Rusia.

Sin embargo, no hay garantía ni apoyo de Occidente. Al rechazar a Rusia, con abierta enemistad la pregunta sería: ¿Occidente sustituirá a un mal aliado?