Queridos habitantes de Gyumri, Spitak, Vanadzor, Stepanavan,
Queridos compatriotas,
Hoy es el día del recuerdo de las víctimas del terremoto de 1988.
Este año conmemoramos la memoria de miles de nuestros compatriotas que fueron víctimas del devastador terremoto de hace 32 años, sumando un dolor más en nuestras almas.
Debido a la guerra desatada por Azerbaiyán y Turquía contra Artsaj, tenemos una gran cantidad de pérdidas humanas, también hemos perdido una parte del territorio de Artsaj. Como resultado, hay una crisis de varios niveles en el país, desde la moral y psicológica hasta la salud y la socioeconómica.
Una vez más, expreso mi más sentido pésame y apoyo a los familiares de las víctimas y deseo a los heridos una pronta recuperación.
Incluso en esta situación no tenemos derecho a desesperarnos. Debemos hacer todo lo posible para curar las heridas del terremoto, para poner más esfuerzo y energía en la reconstrucción y el desarrollo de nuestras ciudades y pueblos.
A raíz del terremoto y la guerra de hoy y el dolor causado, el malestar político interno en nuestro país se ha incrementado en estos días. Aquí tampoco tenemos derecho a desesperarnos o ceder ante las emociones.
Nuestra salvación está en la armonía y la unidad nacional. Seguramente fue por eso que pudimos levantarnos de las ruinas del terremoto de 1988, y hoy debemos salir unidos de la actual situación. Por el bien de nuestros héroes que murieron en la última guerra, por el bien de nuestros compatriotas que fueron víctimas del terremoto de 1988.
Me inclino ante la memoria de todos ellos y, deseo salud, fortaleza y persistencia a sus familias, y a todos ustedes, paz y prosperidad a nuestro país.