“Por falta de combustible y materiales de empaque en la república, ya no es posible abastecer de productos lácteos a las tiendas. Debido a la falta de transporte público, las personas se ven obligadas a caminar hasta la fábrica de lácteos y hacer filas durante horas bajo el calor, con la esperanza de obtener al menos algo para el día.
La leche producida localmente no es suficiente para abastecer a los 120.000 habitantes de Artsaj, razón por la cual muchos de los que esperan en la fila a menudo se van sin nada”