El presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, declaró en su discurso: 
“El 20 de febrero de 1988 entró en la historia del pueblo armenio como un punto de inflexión y un día decisivo, convirtiéndose en un símbolo del renacimiento de nuestro espíritu nacional, la unidad y la alianza de todos los armenios. Quedó establecido como el Día del Renacimiento de Artsaj.

Incluso después de 35 años, nuestra decisión permanece sin cambios, nuestro espíritu intacto y nuestro camino inquebrantable. El pueblo de Artsakh, que ha estado bajo bloqueo durante más de dos meses, ha demostrado con su resistencia y determinación que, como fue el caso en el histórico 1988, hoy sigue siendo el dueño de la decisión que ha tomado, el dueño del camino que han elegido en la tierra de sus antepasados, que siempre ha sido y debe seguir siendo armenia”.

El presidente de la Asamblea Nacional, Arthur Tovmasyan, declaró en su discurso:
“El espíritu del renacimiento nacional de febrero, infundido con el espíritu de lucha, y la sangre y el sudor derramados por nuestra patria y Estado, deben servirnos como impulso para nuevas inspiraciones en estos días. Esta es la fórmula para la vitalidad y la longevidad de la gente de Artsaj.

Nuestro orgullo nacional es inagotable. Nadie puede interrumpirlo. Estamos decididos en nuestra lucha. La voluntad del pueblo de Artsaj de vivir y crear en su patria histórica, es inquebrantable”.

El Ministro de Estado, Ruben Vardanyan, declaró en su discurso:
“Si no fuera por el "Movimiento", habríamos perdido no solo a Artsaj, sino también a Armenia. 

El pueblo de Artsaj continúa luchando por el derecho a vivir una vida libre, independiente y digna, de modo que la amenaza de limpieza étnica y deportación de nuestra patria, no se cierne sobre nuestras cabezas. Nuestro vecino Azerbaiyán ha respondido a eso con guerras, pérdida de vidas y pruebas difíciles, que continúan hoy en la forma del bloqueo y las dificultades que nos ha causado. 

A pesar de todas las pruebas, nuestra determinación de mantener a Artsaj armenio sigue siendo inquebrantable. Todos aquellos que deliberan e intentan decidir el destino de Artsaj sin nosotros, no entienden que tomamos el destino en nuestras propias manos un día como hoy de hace 35 años”.