Dos años después de la segunda guerra por Nagorno-Karabaj, Armenia y Azerbaiyán están incómodamente cerca de comenzar una tercera, según un nuevo informe del International Crisis Group (ICG).
"En el transcurso de 2022, incluso cuando los mediadores buscaron un acuerdo de paz integral, tres grandes combates, el más reciente en septiembre, demostraron la volatilidad de la situación. Si bien el futuro del enclave montañoso de Nagorno-Karabaj sigue siendo el núcleo de los vecinos, los combates de septiembre, que tuvieron lugar a lo largo de la frontera de los países y dentro de Armenia, ampliaron el campo de batalla", dijo el informe del International Crisis Group.
Debido a que Azerbaiyán tiene una gran ventaja militar y Rusia está distraída por la guerra en Ucrania, hay poco que impida que Bakú use su ventaja en este nuevo frente si se impacienta pora negociar. Esto podría sumir a los dos países nuevamente en la guerra con una pérdida significativa de vidas y en detrimento de todo el sur del Cáucaso, señala el informe de la organización.
"La nueva misión de monitoreo civil de la Unión Europea (UE) en la frontera de Armenia con Azerbaiyán es un paso audaz y alentador para ayudar a mitigar los riesgos. La misión debe recibir los medios y el mandato para tener éxito", cree el ICG.
Insertó fuerzas de mantenimiento de la paz para limitar los combates que resurgían en el enclave y sus alrededores, y guardias fronterizos en el lado armenio para evitar que las partes combatieran a lo largo de la frontera. Pero los resultados han sido desiguales en el mejor de los casos, ya que Bakú ha probado su nueva fuerza tanto en la mesa de negociaciones como en el campo de batalla", dice el informe.