Los desastres naturales ponen a prueba a los estados y pueblos, dijo el presidente Vahagn Khachaturian en su discurso conmemorando el 34 aniversario del devastador terremoto en Spitak que cobró miles de vidas. El mensaje expresa:
Estimados compatriotas,
Hoy conmemoramos a las víctimas inocentes del devastador terremoto en Spitak y nos inclinamos ante su memoria.
El 7 de diciembre de 1988 fue uno de los días más trágicos de nuestra historia.
Hace 34 años, alrededor de treinta mil armenios perdieron la vida como resultado de la catástrofe natural y cientos de miles de armenios quedaron sin hogar. La economía del país, el potencial de la población y la psicología sufrieron un duro golpe, cuyas consecuencias son visibles aún hoy.
Mientras tanto, las catástrofes naturales ponen a prueba a los estados y pueblos, demostrando el nivel de resistencia de la estatalidad y la sociedad.
En los tiempos de guerra en curso, en el fatídico período de formación del Estado, a través de ingentes esfuerzos, nuestro pueblo logró unirse, fortalecerse en espíritu y voluntad, y construir y crear de nuevo.
Nuestros compatriotas dispersos por el mundo, los estados amigos y los individuos no se mantuvieron al margen de esta sagrada causa, brindando su invaluable e irrenunciable apoyo para eliminar las consecuencias del terremoto, restaurando nuestros asentamientos, instituciones educativas e industriales.
Hoy todos los esfuerzos del Estado y de la sociedad deben estar encaminados a la eliminación y neutralización de las consecuencias sustantivas y morales del terremoto, pues la mejor manera de rendir homenaje a la memoria de las víctimas es haber restaurado, desarrollado y florecido ciudades y pueblos, instituciones educativas, jardines florecientes y calles bien iluminadas en Gyumri, Spitak, Vanadzor y muchas otras comunidades.