En el marco del 30˚ aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Argentina y Armenia, el próximo 28 de octubre la Embajada de Argentina en Armenia realizará un gran evento festivo en el poblado de Khachardzan, ubicado en región fronteriza de Tavush, en las montañas de Armenia. La conmemoración buscará homenajear “los 30 años de amistad entre Armenia y Argentina”, por lo que la elección de ese simbólico lugar no es casual. Porqué, cuando, donde? He aquí las respuestas…
Hace varios años, cuatro familias argentinas de orígenes armenios, a través del impulso inicial del médico argentino Dr. Daniel Stamboulián (quien se desplazó hasta allí a fin de realizar el primer papanicolau a las mujeres del pueblo) y en cooperación con el “All Armenian Fund”, implementaron una serie de proyectos de desarrollo social que cambiaron para siempre la calidad de vida de los vecinos: desde la provisión de agua corriente y paneles solares hasta la construcción de un centro médico, un jardín de infantes, un centro polideportivo de primer nivel, la reparación y renovación de la escuela, la pavimentación de calles y varias obras más.
Desde la calle principal del poblado, que lleva al centro, el nombre República Argentina se mezcla con nuestra bandera, junto a letreros alusivos y placas recordatorias de nuestro país, se pueden ver niños que se pasean orgullosos con camisetas de la selección argentina de fútbol. A lo largo de los años, el alcance del programa de ayuda y cooperación ha sido tan amplio que la población de este remoto pueblo de las montañas de Armenia han logrado recibir asistencia de todo tipo, desde ayuda para la maternidad hasta programas de apoyo para su formación universitaria.
El 28 de octubre de este año, la Embajada Argentina en Armenia, acompañada por autoridades locales, cuerpo diplomático y argentinos residentes en Armenia, visitará el pueblo de Khachardzan para celebrar estos primeros 30 años de amistad entre argentinos y armenios con una serie de eventos populares: la inauguración de una placa conmemorativa, un concierto de guitarra criolla a cargo de jóvenes armenias provenientes de Ereván, la exhibición de fotografías de la artista argentina Araz Hadjian, una presentación alusiva ofrecida por los alumnos de la escuela local y, lo más importante, el testimonio de los pobladores locales sobre cómo la ayuda argentina les ha mejorado la vida a lo largo de estos años. Todo matizado con empanadas y vino argentino, y típicos platos locales como harisa, y pajlavas, para seguir maridando dos sociedades, dos culturas, físicamente lejanas, pero muy cercanas en el sentimiento.