La intolerancia, la discriminación y el discurso de odio basado en la identidad se encuentran entre las causas subyacentes de los crímenes atroces, dijo Mher Margarian, Representante Permanente de Armenia ante las Naciones Unidas, en el debate sobre la “Responsabilidad de proteger y la prevención del genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes contra la humanidad” en la Asamblea General de la ONU.

El discurso del embajador  Margarian en su totalidad:

Señor presidente,

Doy las gracias a la Asesora Especial Alice Nderitu por presentar el informe del Secretario General, dedicado este año a las necesidades especiales de los niños y jóvenes en contextos de genocidio, crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes de lesa humanidad, en el que se esbozan recomendaciones para fortalecer su protección contra estos crímenes atroces.

Uno de los mensajes claves del informe es el enfoque basado en los derechos humanos, en los esfuerzos de prevención. De hecho, garantizar el pleno disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos, debería ser fundamental para abordar los riesgos de atrocidades y promover la protección de las generaciones más jóvenes. La Declaración de Escuelas Seguras, los Principios de París y los Principios de Vancouver, de los que Armenia es parte, siguen siendo instrumentos cruciales para promover y proteger los derechos y la dignidad de todos los niños, en particular los que residen en zonas de conflicto.

Señor presidente,

La intolerancia, la discriminación y el discurso de odio basado en la identidad se encuentran entre las causas subyacentes de los crímenes atroces. Una fuente grave de preocupación debería ser la participación de los niños en la propaganda de odio dirigida y patrocinada por el estado contra una etnia o religión en particular. El adoctrinamiento de niños con odio basado en la identidad, la incitación a la violencia y la intolerancia a través de programas educativos siembra semillas de crímenes de odio y atrocidades que solo esperan suceder en el futuro.

Contrarrestar la incitación al odio, la negación del genocidio, la incitación a la violencia y el fomento de la guerra es otra prioridad crucial de la agenda de prevención. Me gustaría subrayar la importancia crítica de la detección oportuna y la respuesta adecuada a las señales de alerta temprana de incitación al odio y la violencia basada en la identidad por motivos étnicos y religiosos, instancias de justificación y exaltación de crímenes pasados. La estrategia y plan de acción de las Naciones Unidas sobre el discurso de odio establece un marco práctico para mejorar las capacidades de seguimiento y presentación de informes de la Organización.

Señor presidente,

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio reconoce que en todos los períodos de la historia el genocidio ha causado grandes pérdidas a la humanidad. A pesar de los continuos esfuerzos de la comunidad internacional en apoyo de la agenda de prevención del genocidio, las atrocidades masivas continúan persistiendo, a menudo, debido a la falta de reconocimiento y condena de los crímenes del pasado. En este sentido, la educación, en particular, la educación sobre derechos humanos y genocidio puede desempeñar un papel importante en la promoción del recuerdo y la conciencia, para preservar la memoria histórica y promover la verdad, la justicia y la reconciliación.

Los esfuerzos deliberados por negar la realidad histórica del Genocidio Armenio han estado empleando varias narrativas, incluidas aquellas basadas en intentos de reinterpretar el derecho internacional para afirmar que los asesinatos no se ajustan a la definición de genocidio porque los hechos son anteriores a su concepto legal: no tener en cuenta por el hecho histórico, bien documentado, del que fue precisamente con referencia al exterminio sistemático de los armenios en el Imperio Otomano, que el destacado abogado judío polaco Raphael Lemkin acuñó originalmente el término “genocidio”, a menudo, los negacionistas buscan desafiar y caracterizar erróneamente el consenso académico existente, como un "tema de debate legítimo protegido por la libertad de expresión".

Cualesquiera que sean los métodos que los negacionistas busquen invocar, todos ellos invariablemente son contrarios no solo al vasto cuerpo de evidencia histórica existente, sino también a los hallazgos de los informes ordenados por las Naciones Unidas, incluido el Informe de la Comisión de Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas de 1948 y el informe adoptado por la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1985, elaborado por el Sr. Benjamin Whitaker, que confirma que las matanzas sistemáticas de armenios en 1915 cumplen sin duda alguna los criterios para la definición de genocidio de las Naciones Unidas.

Señor presidente,

Armenia ha estado haciendo campaña constantemente para reforzar la implementación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio y para avanzar en la agenda de prevención.

Desde 2015, el Día Internacional de Conmemoración y Dignidad de las Víctimas del Genocidio y de la Prevención de este Delito establecido por una resolución de la Asamblea General, por iniciativa de Armenia, se ha convertido en una plataforma para fomentar la cooperación para la prevención de crímenes atroces, promoviendo el desarrollo de mecanismos nacionales e internacionales de alerta temprana.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger, tiene un papel clave que desempeñar en el avance de la cooperación internacional para resguardar a las poblaciones del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad, promoviendo la prevención mediante el seguimiento de las violaciones graves de los derechos humanos y la evaluación de los riesgos de posibles crímenes atroces. Alentamos a fortalecer la resiliencia de la Oficina, equipándola con los recursos humanos y las capacidades financieras necesarias para cumplir adecuadamente con su mandato de manera independiente y coherente. También apoyamos las actividades de la Oficina en la coordinación de la implementación de la Estrategia y el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre el Discurso de Odio.

Señor presidente,

El sistema de las Naciones Unidas, la Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger deberían poder monitorear, identificar y reaccionar sin ambigüedades ante instancias de propagación de narrativas distorsionadas que niegan la existencia de grupos étnicos y religiosos, su historia, cultura y herencia, incitando a la xenofobia y odio y glorificación de los perpetradores de los crímenes del pasado.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU y sus mecanismos, incluidos los procedimientos especiales y los órganos creados en virtud de tratados, desempeñan un papel fundamental a la hora de proporcionar alertas tempranas sobre los factores de riesgo que pueden conducir a crímenes sanguinarios masivos.

La resolución sobre Prevención del Genocidio presentada por Armenia en el Consejo de Derechos Humanos y adoptada por unanimidad en marzo de este año, reconoce que las primeras señales de alerta también pueden incluir un aumento de actos graves de violencia contra mujeres y niños y llama a los estados a tomar las medidas legislativas y otras medidas necesarias para proteger a las mujeres y los niños de todas las formas de intimidación.

Señor presidente,

La destrucción deliberada del patrimonio cultural suele estar íntimamente ligada a la preparación y perpetración de crímenes atroces masivos. Dado que la cultura constituye una parte intrínseca de la identidad, un ataque al patrimonio cultural es, en consecuencia, un ataque a personas particulares y su derecho a existir. En este sentido, apoyamos la participación de la UNESCO en la implementación de los programas y acciones necesarios destinados a proteger el patrimonio cultural de los pueblos, particularmente en situaciones de conflicto y rehabilitar y restaurar monumentos de valor cultural, religioso e histórico.

Señor presidente,

Permítanme concluir reiterando el apoyo de Armenia al avance de la agenda de prevención a través de un diálogo constructivo con todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil, el mundo académico, los medios de comunicación y las organizaciones juveniles.

Gracias.