Hace unas horas, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, se dirigió a los armenios a través de su cuenta de Facebook, en una transmisión en vivo en la que dio algunas explicaciones sobre la Declaración firmada ayer por él junto con los presidentes de Azerbaiyán y de Rusia.
Dijo que es un tema difícil, doloroso y de largo análisis, que puede ser expuesto por partes y analizado en el transcurso de los días.
Justificó que no dio a conocer el contenido de la Declaración por temor a que se cambiara algo del trato, aunque reconoció que no es favorable para los armenios. Sostuvo que no hubo más remedio que hacerlo por varias situaciones: el ejército estaba agotado. Los soldados y la comandancia actuaron con heroísmo en todos los frentes en todas las situaciones, pero los soldados no tuvieron descanso. Hubo jóvenes que estuvieron treinta días ininterrumpidos en el frente. Los voluntarios, aunque tuvieron toda la disposición, no contaban con la preparación adecuada para hacer frente a semejantes batallas.
El pedido de tregua provino del mismo ejército.
Pashinian declaró además que en muchos casos, en varios pueblos, la gente le cerró la puerta al ejército e impidió el paso de técnica que necesitaban para seguir con los combates.
Si no se detenía la guerra, las consecuencias iban a ser peores.
Ante los cuestionamientos de por qué no se negoció esto mismo el 27 de septiembre, cuando comenzó la guerra, el primer ministro explicó que en ese momento, Armenia sentía que podía imponer otras condiciones de acuerdo ya que desde hace veinticinco años, el punto primordial y prácticamente único de los posibles acuerdos es la devolución de los siete territorios y en ningún momento se ha puesto en la mesa negociadora el status final de Artsaj.
La dirigencia armenia pensó que de alguna forma se podía forzar la toma de decisiones sobre el status final de Artsaj.
"Entonces ¿por qué se decidió esto? Escuchamos al ejército, porque de continuar, el futuro sería mucho peor que lo pensado. La guerra debía detenerse de cualquier modo.
Durante todos estos años de negociaciones, lo único que estaba en claro era que había que devolver los territorios y la supremacía del principio de integridad territorial expuesto por Azerbaiyán. El derecho a la autodeterminación de los pueblos estaba por debajo del principio de integridad territorial.
Durante veinticinco años no pudimos aclarar qué significa el status final de Karabaj.
Esto ya estaba claro en 2016. ¿Por qué fue la guerra? Justamente por eso. ¿Por qué se detuvo entonces? Porque se acordaron esas condiciones: únicamente la devolución de los territorios.
Nos preguntarán entonces si no sabíamos que habría una nueva guerra... ¡Sí! Si estábamos preparados para afrontarla... ¡Por supuesto que sí! Sabíamos y confiábamos en que podíamos hacerlo, pero a Azerbaiyán la guerra de los cuatro días le demostró que no podría hacer frente sola a una nueva guerra; por eso recurrió a Turquía y a mercenarios y permitió el ingreso de Turquía en la guerra. Luchamos contra tres fuerzas: Turquía, Azerbaiyán y los mercenarios.
Nuestros soldados lucharon con heroísmo. Puedo decir que hay ejemplos inenarrables de patriotismo y heroísmo pero cuando el ejército señaló que había que llegar al punto final y cuando la dirigencia de Artsaj informó que podía haber consecuencias peores si no se detenía la guerra, entonces hubo que tomar esta decisión dolorosa, sobre la que vamos a seguir hablando en los próximos días. Seguramente, habrá nuevas preguntas, nuevos cuestionamientos y daremos las respuestas." -dijo el primer ministro.
Pashinian se refirió a la golpiza a la que fue sometido el presidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Ararat Mirzoian, lo que ya había condenado en vivo en su segundo mensaje al país de anoche. Dijo que los responsables ya fueron identificados y están en prisión, aunque no se trata de todos los participantes.
Finalmente, pidió al pueblo a permanecer en unidad y en paz.