El presidente de Artsaj, Araig Harutiunian, dio a conocer cómo se llegó a la decisión de ayer. Confesó la pérdida del control de Shushí hace unos días y habló sobre el estado general de las tropas y las enfermedades que los aquejan. Dijo:
"No sé cómo evaluará la historia la decisión que tomamos ayer, pero nos vimos obligados.
Si las hostilidades hubieran continuado al mismo ritmo, hubiéramos perdido toda Artsaj en cuestión de días.
Ayer durante las útlimas horas, tuvimos grandes pérdidas humanas en la región de Martuní.
El ejército estaba agotado con Covid.
No queríamos creer que era imposible luchar con el potencial humano y el equipo militar que existía.
Nos vimos obligados a tomar esta decisión para que no hubiera más pérdidas.
Luchamos contra las fuerzas de 8 países.
Hablé con representantes de la élite, entre ellos Bako Sahakian, Arkady Ghukasian, Vitaly Balasanian y otros, y todos están dispuestos a cooperar y trabajar con nosotros. Estamos celebrando consultas con ellos.
Todos ellos coincidieron en que era inevitable una tregua temporal o final. De lo contrario, hubiéramos perdido toda Artsaj en cuestión de días.
No hubo recursos para continuar la lucha.
Durante varios días, logramos defendernos de los drones, pero ya en los dos últimos días el enemigo, no sé cómo, a través de nuevas tecnologías o nuevos drones, tuvo la oportunidad de volver a infligir grandes daños a nuestras tropas.
¿Por qué no tuvieron éxito? Lo explicaremos todos los que hemos ocupado cargos en las últimas décadas. En general, habrá una evaluación del estado del ejército en el futuro.
La moral de las tropas no era muy buena. En algunos lugares, se puede decir que era extremadamente mala. Estaban agotados por hemorroides, disentería y covid. El ejército estuvo en el frente durante 43 días y no tuvimos la oportunidad de cambiar hombres, que descansaran o se curaran.
Ciertamente, no luchamos contra Azerbaiyán. Definitivamente, no estuvieron en el campo de batalla durante las hostilidades solo oficiales y equipo militar turcos sino soldados, terroristas y mercenarios de diferentes países.
Primero me inclino ante nuestros soldados. Los tipos más heroicos del mundo fueron nuestros reclutas.
Me inclino ante las familias y parientes de todas las víctimas.
Tuvimos que salvar las vidas de esos mismos reclutas.
Por supuesto que pueden cuestionar por qué no informamos sobre esa situación en ese momento.
Les hablé desde Aghdam, queridos compatriotas, para decirles que los necesitamos.
El 29 de octubre, desde Shushí, frente a la iglesia San Salvador de Ghazanchetzotz, les dije que Shushi estaba en peligro.
Se hablaba de si Shushi estaba en nuestras manos o no...
Habíamos perdido el control principal desde el 5 de noviembre, y completamente desde el 7 de noviembre."