El primer ministro Nikol Pashinian abordó las discusiones que suscitaron su discurso en el que dijo que la comunidad internacional está pidiendo a Armenia que baje el listón en la cuestión del estatus de Nagorno Karabaj.

Hablando en la reunión del Gabinete, Pashinian dijo que las reacciones a su declaración son desconcertantes.

“Las propuestas presentadas por el Grupo de Minsk de la OSCE en 2016 sobre la resolución de Nagorno Karabaj no son más que un documento para bajar el listón porque el significado clave de ese documento era el retraso indefinido de la cuestión del estatus de Nagorno Karabaj. Decir indefinido se refería a décadas, si no más. En las propuestas de 2016, la propuesta de delegar la cuestión del estatus de Nagorno Karabaj en organismos internacionales también fue una reducción similar del listón, además del tipo de organismos que ya habían expresado previamente una posición sobre el tema en el marco de la integridad territorial de Azerbaiyán. Ese llamado a bajar el listón fue también la cumbre de Lisboa de la OSCE de 1996 y la idea de 1999 de un 'estado común'. El proceso de Cayo Hueso de 2001 fue un llamado a bajar el listón, al igual que los Principios de Madrid de 2007, sobre los cuales se basaron en el 2016 las propuestas de julio y agosto. Varios documentos adoptados por varios organismos internacionales desde la década de 1990 contenían llamamientos directos o indirectos para bajar el listón. Y el hecho de que el significado de esos hechos se ocultara cuidadosamente a nuestro pueblo no significa que no existieran”, dijo Pashinyan.

“A corto, mediano y largo plazo, nuestra táctica es la siguiente: asegurar el tipo de situación o solución que vive Artsaj, y como dije en mi discurso del 14 de abril ante el parlamento, que ellos puedan vivir de una manera que se sientan karabaji, artsaji y armenios. Cualquier resolución del problema de Nagorno Karabaj o cualquier desarrollo establecido en Nagorno Karabaj que no solo no asegure estas condiciones sino que tampoco las garantice es inaceptable para nosotros y nunca será aceptada, esa es la parte clave del tema, todo lo demás son deseos”, dijo Pashinian. 

“Y las fuerzas que quieren que el gobierno armenio adopte deseos de brindis que resultarían en el desencadenamiento de una nueva guerra y el éxodo de armenios de Artsaj, son las que se rindieron y están entregando no solo Artsaj sino también la República de Armenia. Pero también podemos estar seguros de que no lo permitiremos, el pueblo de Armenia no lo permitirá. Tampoco permitiremos diversas declaraciones instigadoras que buscan desviarnos de la agenda de paz. No lo permitiremos porque estamos convencidos de que la agenda de paz asegurá el futuro de la República de Armenia y Artsaj”, dijo Pashinian.