En la noche del 21 de marzo, las autoridades de Azerbaiyán interrumpieron nuevamente el suministro de gas a Artsaj, privando a su población de un importante recurso de calefacción en condiciones climáticas extremadamente frías.

“El comportamiento de Azerbaiyán es terrorismo humanitario. Viola gravemente los derechos humanos, las normas y los principios del derecho internacional humanitario y no se ajusta en modo alguno a las normas morales. Este acto atroz es otra demostración de odio y nacionalismo extremo”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Artsaj en un comunicado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Artsaj condena enérgicamente la política de Azerbaiyán y hace un llamado a la comunidad internacional en forma urgente, para que evalúe adecuadamente la situación.

“Los pasos misántropos de Azerbaiyán no pueden afectar la voluntad y determinación del pueblo de Artsaj. Continuaremos viviendo y creando en nuestra patria histórica, desarrollando y fortaleciendo nuestro estado independiente”, dijo el Ministerio.

El suministro de gas detenido en Artsaj desde el lunes por la noche, aún no se ha restablecido, dijo la portavoz del presidente de Artsaj, Lusine Avanesian.

Según ella, el comando del contingente ruso de mantenimiento de la paz está manteniendo conversaciones con la parte azerbaiyana para resolver el problema, informa el InfoCenter de Artsakh.

El suministro de gas a la República de Artsaj se cortó una vez más a última hora del lunes con la intervención directa de la parte azerbaiyana.

Hay motivos suficientes para suponer que durante los trabajos de reparación del gasoducto que explotó el 8 de marzo, la parte azerbaiyana instaló una válvula a través de la cual puede interrumpir el suministro de gas en cualquier momento.