Como consecuencia de la guerra iniciada por Azerbaiyán y Turquía en Artsaj desde el 27 de septiembre ppdo., los primeros refugiados fueron los niños, la mayoría de los cuales fueron derivados a Ereván, y desde entonces viven en casas de familias, que los han acogido como propios.
En esas casas, maestras voluntarias trabajan con ellos en grupos pequeños para ayudarlos a abstraerse del enorme stress que les produce estar lejos de sus familias y de su casas.
Todos quieren volver a sus casas, no importa que vivan en un pequeño pueblito y que ahora estén en la capital de Armenia.
Para hacer oír sus voces, mujeres de Artsaj que tienen a sus familiares en la guerra se manifestaron ya en dos oportunidades junto con los niños ante la embajada de los Estados Unidos en Ereván, a fin de solicitar que los organismos internacionales y de Derechos Humanos actúen para hacer valer los derechos de una generación joven e infantil que ve su futuro en riesgo.
Según los últimos datos dados a conocer, como consecuencia de la guerra en Artsaj, fueron dañadas 61 de las 220 escuelas de Artsaj y 10 de 58 jardines de infantes.
Por otra parte, 23.978 niños en edad escolar están privados de su derecho a la educación, lo mismo que 4.036 niños que asisten a jardines de infantes.