Queridos armenios de la diáspora, mis buenos amigos:

El tándem turco-azerbaiyano, con la ayuda de mercenarios terroristas, utilizando armas y municiones prohibidas por el derecho internacional humanitario, medios y métodos de guerra inadmisibles, desmembró y mutiló al heroico Artsaj, fuente de inspiracion y aliento de todos nosotros durante treinta años.

En una lucha desigual, tuvimos innumerables mártires heroicos, unos diez mil discapacitados, cientos de miles de compatriotas sin hogar.

Incluso hoy, nuestro enemigo milenario, fiel a su naturaleza bárbara, destruye los valores culturales, iglesias y Jachkars, monumentos y tumbas del pueblo armenio construidos durante milenios, tratando de eliminar el rastro de los armenios de la cuna de su antigua civilización.

En Artsaj, dependemos de las fuerzas de mantenimiento de la paz rusas. 

Al mismo tiempo, es aterrador que cientos de jóvenes y mujeres armenios se hayan tomado prisioneros por el enemigo y torturados hasta la muerte en las cárceles azerbaiyanas.

"Han pasado más de seis meses y las autoridades armenias no han podido devolver a nuestros compatriotas, y Occidente, como siempre, hace la vista gorda ante esta cruel realidad con su propia fría indiferencia". Las organizaciones internacionales de derechos humanos también guardan silencio "modestamente" .

Queridos compatriotas,

En la víspera del 24 de abril de 2021, en vísperas del 106 aniversario del Genocidio Armenio, nuevamente la Diáspora Armenia será sacudida nuevamente, se levantará como en las pesadillas de la guerra, alzará una ola de protestas y enfado en diferentes países en defensa de los prisioneros de guerra armenios exigiendo su regreso inmediato.

Podrá reclamar a las autoridades de diferentes países que alcen la voz, que influyan en el liderazgo dictatorial de Azerbaiyán de acuerdo con las normas y principios del derecho internacional humanitario, exigiéndoles cumplir con sus obligaciones, a devolver inmediatamente a los prisioneros de guerra armenios.

Dirigiéndome a ustedes, los insto a ponerse de pie, a hacer las protestas y mítines abarrotados con sus presencias, a alzar la voz de la justicia, a presentar la demanda unida del pueblo armenio, a mostrar la unidad y solidaridad alrededor de la Patria, para levantar y despertar la conciencia dormida del mundo.