Las autoridades azerbaiyanas cometieron crímenes de lesa humanidad durante la pandemia mundial COVID-19 con ataques armados a gran escala contra Artsaj y Armenia.
Este hecho se prueba y se establece en el nuevo informe especial de la Defensoría de Derechos Humanos de Armenia.
Este informe ad hoc muestra con ejemplos concretos y análisis de expertos “los crímenes cometidos contra la humanidad por Azerbaiyán en el contexto de un desastre provocado por el hombre” durante la pandemia de COVID-19.
El informe especial establece que, a pesar de las declaraciones del Consejo de Seguridad del Secretario General de la ONU de que la crisis del COVID-19 debería obligar al cese de hostilidades en todas las situaciones, el inicio de la guerra por parte de las autoridades azerbaiyanas en septiembre-noviembre de 2020 puso en peligro la vida de toda la población de Artsaj y su salud, causando intencionalmente muerte y sufrimiento.
También contribuyó significativamente al aumento de muertes en Armenia.
Según el informe, todo esto provocó la aceleración y la rápida propagación del virus mortal, y provocó el fatal colapso del sistema de salud.
Así, en el período del 1 de marzo al 26 de septiembre se registraron 49.400 casos de COVID-19, mientras que durante la guerra, del 27 de septiembre al 9 de noviembre, ese número llegó a 59.287.
En términos de mortalidad, se reportaron 951 muertes en los siete meses anteriores a la guerra, en comparación con 658 durante la guerra.
Estos hechos registrados prueban una vez más las afirmaciones del Defensor de los Derechos Humanos de que las autoridades azerbaiyanas deben rendir cuentas por los crímenes de guerra, ya que la impunidad genera nuevos y más atroces crímenes.
El informe se enviará a las estructuras internacionales pertinentes y a los órganos estatales de la República de Armenia.