Durante la reunión del Consejo Supremo en la Santa Sede de Etchmiadzin, se trató el siguiente temario y se llegaron a las siguientes conclusiones
La guerra de Artsaj, los desafíos internos y externos de la posguerra que afrontan Armenia y Artsaj, desarrollo en la República de Armenia y la respuesta del Primer Ministro a la declaración del 25 de febrero del Comando de las Fuerzas Armadas de la RA, lo que ha creado una situación interna complicada.
Expresamos nuestra profunda preocupación:
- En relación a la difícil situación política en la Patria como consecuencia de la guerra, que profundiza día a día los problemas económicos y sociales y agrava el estado de depresión moral y psicológica.
- En relación a la ineficacia de las medidas adoptadas por las autoridades armenias para superar la situación actual, ante las posiciones problemáticas sobre importantes cuestiones sociopolíticas que conducirán a nuevas divisiones y escalada de provocaciones internas y externas.
-Ante la profundización de la desconfianza que acentúa la emigración de la patria, convirtiéndose en una seria amenaza para la seguridad, la recuperación y el progreso de Armenia y Artsaj.
Nos parece inaceptable el odio sembrado en el marco de la lucha política, "intolerancia, insultos mutuos, manipulación de los sentimientos ciudadanos, que provocan el descrédito del país frente a la comunidad internacional ".
Instamos a que los organismos encargados de hacer cumplir la ley se abstengan de la violencia durante las manifestaciones y los mítines, condenando el uso desproporcionado de la fuerza.
Exhortamos a los hijos de nuestro pueblo:
mantener la calma, actuar con prudencia, con respeto a la ley, con toda responsabilidad, sin dejar de ser celosos en defensa de los intereses de la patria.
Reafirmando la posición expresada por la Santa Sede de Etchmiadzin sobre la resolución de la situación actual, considerando la preocupación ante la actitud adoptada por el Ejército de Armenia, que es garante de la seguridad de la Patria, como un serio indicador de la desesperada situación que vivimos, hacemos un llamado a la Asamblea Nacional y a otros órganos de Gobierno a actuar con responsabilidad, evitando llevar a nuestro pueblo en la Patria o en la Diáspora, a nuevas decepciones.
Hacemos un llamado a las autoridades armenias y a las fuerzas de la oposición, para que promuevan la solidaridad, para buscar la solución de los problemas sólo en la consolidación del potencial nacional, manteniendo a la gente alejada de posibles enfrentamientos.
Instamos a que se actúe con cautela al evaluar al Ejército de Armenia contribuyendo al cumplimiento de su misión sagrada.
En la situación actual, la Santa Iglesia Apostólica Armenia debe continuar haciendo todo lo posible para apaciguar la atmósfera tensa, restaurar la unidad social y la solidaridad.
Oramos por la superación digna de la crisis, pidiendo a Dios Todopoderoso que mantenga nuestra Patria y nuestro Pueblo a salvo, en paz, bajo Su Diestra Protectora.